26 de julio de 2013

Plantas tóxicas


Las intoxicaciones por plantas suceden tanto por el consumo por error, como por exceso en la cantidad ingerida y el consumo negligente de los niños. La ingesta de plantas tóxicas produce entre 1 a 2 % de todas las intoxicaciones, la mayoría accidentales, por vía oral y el sexo masculino es el más afectado. La mayoría de los casos accidentales afectan a los niños, sobre todo los menores de 5 años y la muerte por ingesta de vegetales tóxicos representa 0,2 % de todas las muertes en intoxicados agudos. Vamos a hacer un repaso por algunas de las plantas y frutas más comunes que pueden resultar fatales para nuestro organismo.



Nuez moscada
En el pasado, la nuez moscada fue utilizada como un abortivo. Su sustancia activa, la miristicina, es un éter de la hidroquinona. A pequeñas dosis, la nuez moscada no produce efectos perceptibles en el organismo. Sin embargo, a dosis altas (a partir de 10g) se convierte en un alucinógeno de suave o mediana intensidad produciendo efectos visuales y sensaciones cómodas parecidas a las de la marihuana. Pero existen motivos para que sea impopular, ya que los efectos duran más de 24 horas después de la subida inicial y tienen desagradables efectos secundarios durante todo el proceso, que se extiende más de 36 horas. Puede provocar daños hepáticos si se consume regularmente, además de alucinaciones, náuseas, deshidratación y dolores generalizados, cuadro que se conoce como "psicosis de la nuez moscada". En grandes cantidades, es peligrosa, produciendo convulsiones y palpitaciones, incluso puede acabar en muerte. Es extremadamente tóxica inyectada de forma intravenosa.


Apio
El apio se ha utilizado desde tiempos históricos tanto en la cocina como en la medicina naturista. Es una de las verduras que más propiedades medicinales posee. Pero como la nuez moscada, también contiene miristricina. Es recomendable evitar consumir apio en cualquiera de sus formas durante el embarazo. Al ser un potente diurético puede agotar el potasio y otras sales minerales almacenadas en el organismo, por lo que las personas que los usan deben comer alimentos con elevado contenido de potasio, como plátanos y verduras frescas, para reemplazar las sales minerales que se pierden por acción de los diuréticos.


Patata
El follaje y los tubérculos verdes son tóxicos, contienen solanina, la cual se desarrolla como resultado de la exposición a la luz. La solanina es un glucoalcaloide tóxico de sabor amargo. Las variedades comerciales de patata tienen controlados los niveles de solanina, y la mayoría tienen un contenido en solanina muy bajo. Sin embargo, las patatas que han sido expuestas a la luz y han empezado a enverdecerse pueden mostrar concentraciones mayores. La mayor parte de los glucoalcaloides se encuentra en la piel de la patata o justo debajo de ésta. La intoxicación por solanina se caracteriza por alteraciones gastrointestinales (diarrea, vómito, dolor abdominal) y neurológicas (alucinaciones, dolor de cabeza). La dosis tóxica es de 2 a 5 mg por kilogramo de peso corporal. Los síntomas se manifiestan de 8 a 12 horas después de la ingesta. 


El tomate inmaduro también es rico en solanina, por lo que no debe consumirse crudo.


Manzana
La manzana carece de toxicidad, si exceptuamos la ingestión de sus semillas que, como en todas las rosáceas contienen glucósidos cianogénicos que combinados con los jugos gástricos producen cianuro, aunque la ingesta de estas tendría que ser muy grande y voluntaria para producir un resultado fatal. Los glucósidos cianogénicos se pueden encontrar en las semillas de los frutos (y en las hojas marchitas) de la familia Rosaceae (cerezas, ciruelas, almendras, melocotones, albaricoques, etc.).


Adelfa
También llamada “laurel de flor”. Todas las partes de esta planta son venenosas. Es una planta muy venenosa y totalmente desaconsejada para uso particular con acciones muy fuertes sobre el corazón en dosis pequeñas. Las hojas son ricas en oleandrina un glucósido cardíaco extremadamente tóxico, tanto que incluso las mieles procedentes de la libación de las abejas en sus flores, hacen las mieles tóxicas. Tampoco debe usarse la madera de la planta para cocinar debido a que el humo liberado es tóxico y puede envenenar la comida. Los síntomas de la intoxicación por adelfa aparecen entre 4-12 horas después de la ingesta, y pueden consistir de náuseas y vómitos, salivación excesiva, dolor abdominal, diarrea que puede contener sangre. Las reacciones cardíacas consisten de ritmo cardíaco irregular, algunas veces caracterizado por un ritmo acelerado al principio que luego se hace más lento que lo normal al avanzar la reacción. El corazón puede además latir erráticamente sin ningún signo de de un ritmo específico. Las extremidades pueden ponerse pálidas y frías debido a la pobre e irregular circulación de la sangre. Las reacciones al envenenamiento por esta planta también pueden afectar el sistema nervioso central. Estos síntomas pueden incluir somnolencia, temblores o espasmos de los músculos, convulsiones, colapso e incluso coma que puede llevar a la muerte. La savia de la planta produce irritación de la piel, inflamación e irritación severas de los ojos, y reacciones alérgicas caracterizadas por dermatitis. 


Como curiosidad decir que la adelfa es la flor nacional de Japón, pues fue la primera planta en florecer después de la explosión de la bomba atómica que devastó Hiroshima.


Lirio de agua
Toda la planta es tóxica, por lo que no debe ser ingerida. Como principio activo contiene cristales de oxalato de calcio, heterósidos cianogenéticos, saponinas y alcaloides. La savia es muy irritante. Los síntomas por contacto directo son irritación de la piel, labios y mucosa bucal. Entre los generales veremos vómito, diarrea, midriasis (dilatación de la pupila), somnolencia, coma y muerte.


Ricino
Las semillas de esta planta son tremendamente tóxicas, por la presencia de una albúmina llamada ricina, una de las toxinas más potentes conocidas. La ricina causa hemorragia intestinal, seguida de diarrea a veces sanguinolenta, vómitos, deshidratación e hipotensión. Puede dañar gravemente el hígado y el riñón y causar la muerte tras una agonía que puede durar hasta diez días, aunque lo normal es que si el paciente no ha muerto en tres o cinco días se recupere. La dosis letal en un adulto que ingiera la ricina es de un miligramo.


Cicuta
Aunque hay varios tipos, todas las plantas contienen, entre otros alcaloides toxicos, una neurotoxina conocida como cicutina que inhibe el funcionamiento del sistema nervioso central. Algunos gramos de frutos verdes serían suficientes para provocar la muerte de un humano. La ingestión provoca rápidamente trastornos digestivos, vértigos, cefaleas, parestesias  (sensación de hormigueo), descenso de la temperatura corporal, reducción de la fuerza muscular, y finalmente una parálisis ascendente. La muerte puede sobrevenir debido a que las convulsiones y la destrucción muscular produzcan una insuficiencia renal, o debido a las alteraciones que produce en la respiración (acelerándola al principio y deprimiéndola luego), que llevarían a una muerte por asfixia. Puede presentarse intoxicación accidental por su parecido con el apio, el nabo o perejil y otras plantas que sirven de alimento o condimento.


Ajenjo
Es una planta herbácea medicinal de la familia de las asteráceas que contiene tujonas. La tujona, es un aceite esencial relacionado químicamente con el alcanfor. Se sabe que la tujona es tóxica para el hígado y el cerebro en caso de una sobredosis, produce espasmos musculares y convulsiones.


Ruda
Se suele cultivar como planta ornamental de jardín, pero hay que tener especial precaución porque contiene un aceite esencial, tanino, derivados de la cumarina, alcaloides y flavonglucosido rutina. La ruda se emplea en la cocina debido a su ligero toque entre picante y amargo, pero se debe usar en pequeñas cantidades debido a su toxicidad. Aunque sirve para repeler insectos, cuando se aplica la ruda en la piel se puede producir un efecto fotoirritante en algunos casos. Contiene varios aceites esenciales y alcaloides que pueden causar extrema sensibilidad a los rayos ultravioletas, con la aparición de ampollas y lesiones en la piel.


Es probablemente mejor conocida por sus efectos en el tracto reproductor femenino. Los químicos en la ruda pueden estimular músculos del útero, que, pueden iniciar un periodo menstrual, actuando como agente contraceptivo, y promoviendo el aborto. También contiene químicos que pueden bajar la fertilidad y bloquear el implante de un huevo fertilizado. Pero sus riesgos generalmente superan los beneficios de la contracepción o del aborto; se han producido decesos por hemorragias uterinas causadas por dosis repetidas de ruda. Y su toma oral está fuertemente desaconsejada.


Celidonia
Esta planta, de la familia de las amapolas, es muy conocida por sus usos medicinales pero su alto contenido en alcaloides la hace tóxica a grandes dosis. Se utiliza en uso interno en bronquitis, asma, tos irritativa, etc. Su extracto es cáustico (quema los tejidos orgánicos) y se utiliza en uso externo para ayudar a cerrar heridas y contra verrugas, callos y tumores. A grandes dosis, la ingestión de la planta fresca y del látex, provoca somnolencia, parálisis de las terminaciones nerviosas sensitivas y bradicardia. Se recomienda administrarla mezclada con otras plantas, nunca sola por su toxicidad y no administrarla en dosis elevadas durante mucho tiempo.


Poto
Es una popular planta de interior con numerosos cultivares seleccionados por tener hojas variadas de color amarillo, blanco o verde claro, pero contiene cristales de oxalato. Los cristales de oxalato, en forma de agujas microscópicas ubicadas en los tallos, raíces y hojas, producen reacciones que pueden llegar a ser severas, incluyendo dolor y edema al entrar en contacto con la mucosa oral, lengua, conjuntiva y la piel misma. La inflamación y el edema suele ser resultado de la lesión por los cristales más que por contacto con toxinas de la planta, incluyendo bradicininas y otras enzimas.


Ginseng

Aunque el ginseng es un popular adaptógeno, es decir, que ayudan al cuerpo a lograr un balance óptimo de las energías internas, también es uno de los llamados hipoglucemiantes, su efecto resulta tóxico sobre la regulación de la glucosa sanguínea. 

wikipedia.org

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