Batería de Castillitos y de Jorel

 

Construido entre 1933 y 1936, después de la aprobación del Plan de Defensa de 1926. Contaba con la más moderna tecnología de la época, incluyendo las diferentes piezas de la casa británica Vickers, las más potentes y eficaces en aquellos años. En Castillitos se emplazaron dos cañones de 381 mm y 45 calibres a 250m de altura del nivel del mar, capaces de enviar un proyectil de casi una tonelada a unos 35 kilómetros de distancia. Para su construcción fue necesaria la creación de otras infraestructuras aún existentes, como los caminos o el propio espigón portuario de La Azohía, donde fueron desembarcadas las piezas.

Al inicio de la Guerra Civil Española (1936), la batería estaba casi operativa, a falta de la dirección de tiro, por lo que aún no había realizado fuego, aunque su sola presencia provocaba suficiente miedo como para mantener alejado cualquier buque enemigo.

Al finalizar la guerra montaron una moderna dirección de tiro, así  mantuvo su valor militar hasta 1994, cuando dejó de estar en servicio a causa de la aplicación del Plan Norte, destinado a la modernización y racionalización de los recursos de las Fuerzas Armadas. Tras su abandono fue concienzudamente expoliada, y hoy se encuentra en un lamentable estado de conservación.

 

Destacan sobre todas las construcciones las dos grandes explanadas en las que fueron montados sendos cañones Vickers 381 mm a barbeta. Sobre las piezas se sitúan elevados los mandos de tiro, destinados a que el potente disparo diera en el blanco elegido. 

Todas las edificaciones existentes fueron mimetizadas para evitar su fácil visión desde la fachada marítima, por lo que su arquitectura tiende a ocultarse bajo tierra o a imitar las texturas de la roca para poder ser confundidas con el terreno.

A la batería se accede por un pórtico que imita un castillo medieval, con cubos almenados, en un estilo que se ha de relacionar con la arquitectura de moda en las obras civiles de Cartagena durante la época y años precedentes.

 

Esta fachada enmascara los accesos a las distintas dependencias de la fortificación, generalmente semienterradas. Estas estancias albergan, para cada batería, una sala de máquinas, la chillera, los depósitos de pólvora, la cámara de carga y el almacén de repuestos.

Desde que el lugar fuera abandonado cientos de personas acuden a visitar este estupendo enclave dónde hay historia, vistas impresionantes y un cierto halo de misterio que envuelve todo lo abandonado. 

Además al adentrarse por los pasillos la oscuridad es mayor que si de la misma noche se tratara, es recomendable llevar alguna linterna si se quiere ver algo por esa zona.

Si seguimos caminando hacia el cabo podemos ver más edificaciones dónde al parecer residían los soldados

Pero ahí no acaba todo, si seguimos caminando adentrandonos al cabo nos encontramos con la Batería de Jorel Construida entre 1929 y 1933 cuenta con cuatro cañones de 15,24 cm de la casa Vickers, instalados a 218 metros sobre el nivel del mar, con un alcance de 21.200 metros. El 10 de marzo de 1992 hace fuego por última vez realizando 8 disparos de fogueo y 32 de instrucción y queda fuera de servicio en el año 1994 por la aplicación del Plan Norte.

Ascensor de munición

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