"En la escala de lo cósmico sólo lo fantástico tiene posibilidades de ser verdadero." Theilhard De Chardin

26 de enero de 2011

La Tragedia del Camping de Los Alfaques


El 11 de julio de 1978 se produce en España el siniestro más grave de la historia de España en el transporte de mercancías peligrosas. En segundos, el accidente de un camión cargado con propileno líquido convierte el camping de 'Los Alfaques' (Tarragona) en un cementerio de cuerpos calcinados.


Un camión cisterna cargado con propileno líquido circula por la nacional 340, lleva recorridos más de 100 Km y está a punto de llegar al municipio de Alcanar. Son las 14.30 cuando circula por el tramo donde está ubicado el camping de Alfaques. En ese momento, el camping tenía registradas unas 800 personas, y se estima que entre 300 y 400 se encontraban dentro del radio de la explosión, 800 personas que no se podían imaginar la tragedia que iba a asolar ese lugar.


El camión cisterna, que sólo podía transportan 20.000 kilos de gas explota porque lleva 4.000 kilos de más de propileno de los permitidos. Esta cantidad ocupaba totalmente el espacio disponible de la cisterna, que de este modo quedaba llena al 100% de liquido, inicialmente muy frío. Por la larga exposición al Sol, la carga se fue calentando, provocando la expansión del líquido, que al carecer de espacio para expandirse elevó la presión muy por encima de la que correspondería a su equilibrio líquido-vapor, que es el límite para el que estaba diseñada la cisterna. A consecuencia del exceso de presión, el tanque de acero reventó, posiblemente por rotura de una de sus soldaduras que unían dos secciones cilíndricas de la cisterna, con lo que la cisterna se desdobló en dos piezas.

Si la explosión se hubiese producido pocos minutos antes las consecuencias hubiesen sido desproporcionadas ya que la carretera N-340 pasaba por el centro de San Carlos de la Rápita, que en esa época del año podía tener unas 20.000 personas, entre residentes y veraneantes. Se calcula que la explosión se produjo justo un minuto después de abandonar el núcleo urbano, donde además las bombonas eran más de las que pudo haber en el cámping y la explosión hubiese sido mayor y más devastadora.

Las llamas recorren la zona sur del camping y afectan a un radio de 300 metros. Más de cien turistas mueren calcinados. Los campistas que tienen mas cerca la playa intentan salvar sus vidas tirándose al mar, pero la lengua de fuego calienta de forma espectacular el agua que alcanza una temperatura de 2000 grados.


La confusión se apodera del camping. Los servicios de emergencia intentan sin éxito localizar supervivientes y empiezan a contabilizar los muertos y heridos. Es una tarea complicada, porque el archivo donde se registran los turistas también se quema.

El cuerpo del conductor del camión queda irreconocible pero inexplicablemente su reloj no es pasto de las llamas. Las manecillas se paran a las 14.36. La hora en la que se produce el accidente.

Los heridos fueron transportados a los hospitales de Barcelona y Madrid así como en la clínica especial La Fe de Valencia. Durante los días y semanas posteriores fallecieron otros 70 veraneantes debido a la gravedad de las quemaduras. En total murieron 243 personas, entre ellos muchos turistas alemanes así como franceses y belgas. Además, más de 300 personas sufrieron graves quemaduras de consecuencias persistentes.

De la tragedia a la leyenda

Es normal que un lugar donde ha habido tanto sufrimiento sea objeto de apariciones y sucesos extraños y en una tragedia tan grande como esta no podía ser menos.


Javier Martín Moraleda natural de Zaragoza, llama por teléfono el día 6-09-204 en directo al programa de Iker Jiménez, Milenio 3, que se emite en la cadena Ser, para comentar una experiencia que tuvo el 19 de Agosto del 2003 al pasar delante del camping de los Alfaques. Javier Martín circulaba sobre las dos de la mañana por una larga recta de poca visibilidad, al observar que circulaba sin vehículos en las proximidades, encendió las luces largas para visionar mejor la calzada, fue entonces cuando pudo observar a siete u ocho personas al otro lado de la carretera, invadiendo incluso el carril y separados entre si por una distancia aproximada de dos metros.

Según el testigo había niños, adultos y personas ancianas, pero todos parecían estar quietos y con la mirada fija, unos mirando la carretera y otros la inmensa llanura que queda al lado opuesto de la calzada, aquello sorprendió mucho a Javier Martín, quien se fue aproximando con su vehículo y justo al llegar a su altura de estas personas se percató de algo insólito, aquella gente iba vestida con ropa veraniega, algunos incluso llevaban en su cabeza las típicas gorras de sol, aunque hubo algo que extrañó aun más si cabe a este conductor, fue sin duda que aquellas extrañas personas se mostraban indiferentes al paso del coche, a su entorno y además estaban allí completamente a oscuras en una carretera de poca visibilidad sin tener ni una sola linterna, era según Javier, como si para esa gente no existiera todo lo que estaba a su alrededor.

Al pasar a este grupo de extraños personajes, Javier despertó a su mujer que dormía en el coche y esta le contó que estaban por el camping de los Alfaques, donde hace algunos años murió mucha gente quemada y se vivió una auténtica tragedia.

También hay quien da fe de que allí se registran numerosas psicofonías durante la noche o incluso decenas de personas que hablan de gente con el rostro quemado que parece pasear por esa carretera sin rumbo fijo.

Los primeros testimonios datan de 1.980, dos años después de la tragedia, fecha en que comienzan este tipo de apariciones según los testimonios recopilados hasta el momento, ya que en esos dos años anteriores parece no existir ningún testigo que asegure haber presenciado sucesos de este tipo en las rodalias del camping de los Alfaques, cosa que podría incluso avalar la teoría que algunos expertos en este tipo de sucesos plantean diciendo que del momento de la muerte trágica hasta que comienzan a desencadenarse los fenómenos paranormales, pasa un espacio de tiempo considerable de varios meses o años.

 
Otro testimonio es el de Fernando encargado de hacer la ruta Valencia-Tarragona, quien debía transportar material líquido peligroso, aun así decidió llevarse a su mujer y su hija en el camión cisterna, para hacer más ameno el viaje. Era media noche cuando transitaba por la provincia de Tarragona y algo le sorprendió en la noche, a ambos lados de la carretera se encontraban varios niños vestidos de playa con el bañador, las camisetas de tirantes e incluso algunos de ellos con cubitos y palas.
 

La historia de este camionero valenciano está considerada para muchos como una leyenda urbana, cierto o no, la realidad como en muchos otros casos supera a la ficción, la prueba en este caso son las apariciones que están presentes después de tantos años.







Fuentes:
mundoparapsicologico.com
telecinco.es
wikipedia.org

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3 comentarios:

  1. recuerdo que fué mi hermana la que me dió la noticia,estaba compungida,yo entonces no me dí cuenta de la dimension de esta tragedia,en cambio,con a pesar del paso de los años,núnca la he olvidado...
    hay que recordar que no solo hubieron victimas mortales,si no que mucha gente resultó malherida y eso imagino que habrá condicionado sus vidas....

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