Tercera y última parte del artículo sobre las
distintas formas de ejecución, al menos las más famosas. En esta última hablo
de la inyección letal y la terrible hoguera, entre otras cuantas más que son
menos comunes pero que me han llamado la atención.
Inyección letal
El nombre sólo ya lo dice todo, parece como si
quisieran recordar todo el rato que ese pinchazo te produce la muerte, que por
otro lado el reo creo que ya es consciente de ello, es como si a la silla
eléctrica la llamaran “silla fulminante” o a la cámara de gas “cámara de la
muerte”.
La inyección letal es una técnica de ejecución
que consiste en inyectar por vía intravenosa y de manera continua una cantidad
letal de un barbitúrico de acción rápida mezclado con un paralizante. El
procedimiento es similar al utilizado en un hospital para administrar una
anestesia general, pero los productos son inyectados en cantidades letales.
Generalmente se usan tres sustancias
conjuntamente:
Tiopentato de
sodio: son barbitúricos que funcionan como anestésico general y su acción se
produce en unos pocos segundos.
Bromuro de
pancuronio: sustancia que se utiliza como paralizante. Este producto
es capaz de paralizar el diafragma y por tanto, detener la respiración.
Cloruro de
potasio: en ciertas dosis es capaz de producir un paro cardíaco.
Estas sustancias se administran por este orden
con el objetivo de primero anestesiar y paralizar al prisionero y a
continuación producir la muerte por parada respiratoria y cardíaca. La
anestesia producida por el tiopentato de sodio es esencial para que el
sufrimiento durante la muerte sea mínimo. Este protocolo no ha estado sujeto a
ensayos clínicos, simplemente se describió una metodología que se creía que
producía la muerte de manera indolora y se utilizó en la práctica. Hay un
debate abierto sobre si realmente, esta ejecución produce una muerte indolora o
existe sufrimiento por parte del reo y está plenamente consciente cuando la
parada cardiorespiratoria se produce.
Los defensores de la inyección letal dicen que
las dosis por separado de las tres sustancias son capaces de producir la muerte
indolora del individuo, y además, se utilizan las tres simultáneamente para
tener la certeza y que no haya ningún inconveniente en la ejecución. Han
transcendido algunos casos en los que no ha ocurrido así, y algún reo incluso
ha sobrevivido a la inyección letal. El 15 de septiembre de 2009 el reo
estadounidense Romell Broom sobrevivió a su ejecución mediante inyección letal
en Ohio. El gobernador del estado, decidió suspender la ejecución y posponerla
una semana después de que el condenado hubiera recibido 18 pinchazos en
diversas partes del cuerpo.
Existen estudios donde se ha encontrado que la
dosis inyectada de tiopentato no es letal y que, incluso, podría no llevar a la
anestesia del individuo antes de la muerte. Igualmente han encontrado que la
dosis de cloruro de potasio no es suficiente para producir la parada cardíaca
en todas las ocasiones. Y, por lo tanto, el protocolo utilizado para la
ejecución mediante la inyección letal no funciona como se preveía por
sus creadores, con un mínimo sufrimiento para el reo. Éste podría estar
consciente cuando sufre la asfixia producida por el bromuro de pancuronio. El
protocolo utilizado es realmente defectuoso, pero no hay científicos
voluntarios para desarrollar un protocolo que pueda funcionar sin
complicaciones.
Pero ya se está
experimentando con nuevas formas de administrar la inyección letal. Kenneth Biros fue
la primera persona condenada a ser
ejecutado por inyección letal en Estados
Unidos con el uso de un solo
fármaco, el tiopentato de sodio.
Biros fue
condenado a muerte por homicidio, robo y violación. Fue condenado a morir por inyección letal
a las 10:00 de la mañana del 20 de marzo de 2007. Esta habría
sido la primera ejecución de
la administración del gobernador Ted
Strickland. El gobernador Strickland
denegó el indulto Biros el 16 de marzo de 2007. Sin embargo, ese mismo día la Corte Suprema de los Estados Unidos confirmó la sentencia del Tribunal de Circuito
de Apelaciones de EE.UU. sexto que la ejecución de Biros "debe suspenderse para
permitir que continúe la defensa
de su caso ya que la inyección letal
de Ohio es un castigo cruel e
inusual”. Luego fue trasladado del
pabellón de la muerte de Ohio
al Correccional de Lucasville,
Ohio. El 24 de abril de 2009 se pidió a
la Corte Suprema de Ohio establecer
una fecha de ejecución después de que un
juez federal decidiera que el método de
ejecución de Ohio era
incorrecto, pero no inconstitucional. Más tarde la Corte Suprema, estableció una nueva fecha de ejecución para el 8 de diciembre de 2009.
Biros fue
ejecutado mediante inyección letal el 8 de diciembre 2009 a las 11:00 y fue declarado muerto a las 11:47. Biros fue la primera persona condenada a ser ejecutado con una dosis letal del anestésico tiopentato de sódio . Uno
sólo de los tres fármacos que se suelen emplear para esta ejecución. Los defensores de la pena de muerte argumentan que esta droga única
implica una mejora en los métodos de aplicación de inyección letal.
La hoguera
Tal vez una de las
más horribles muertes, por no decir la más espantosa de todas ya que el dolor
predomina en esta forma de ejecución. Antes he hablado de muchos métodos que,
aunque no se lograra, intentaba causar el mínimo sufrimiento al condenado, pero
la hoguera pretende justamente lo contrario.
La hoguera tiene
una extensa historia como pena de delitos como la traición, herejía y brujería.
La muerte en la hoguera cayó en desgracia entre los gobiernos en el siglo
XVIII, y ahora es considerado un castigo cruel e inusual.
La causa de la
muerte de un ejecutado en la hoguera dependía de las circunstancias de esta, si
el fuego era grande, como en las ocasiones en que un gran número de prisioneros
eran ejecutados a la vez, la muerte a
menudo provenía de la intoxicación por monóxido de carbono antes de las llamas causasen
daño al cuerpo. Si el fuego era pequeño, sin embargo, el condenado se quemaría
durante algún tiempo hasta la muerte por golpe de calor, choque, pérdida de
sangre y/o, simplemente, la descomposición térmica de partes vitales del
cuerpo.
Los indios
norteamericanos a menudo utilizan la hoguera como una forma de ejecución, ya
sea contra miembros de otras tribus o contra los colonos blancos en los siglos
XVIII y XIX. Asar a fuego lento era un método habitual.
En 1184, la
Iglesia Católica Romana legisló que la quema iba a ser el castigo oficial por
herejía. También se creía que el condenado no tendría cuerpo para ser
resucitado en el Más Allá. Las autoridades civiles quemaron personas
consideradas herejes bajo la Inquisición medieval. Se estima que en la
Inquisición española se habían quemado en la hoguera a 2.000 personas hacia
1490, sólo una década después de que la Inquisición comenzara.
Hoy en día ningún estado
moderno lleva a cabo ejecuciones en la hoguera. Al igual que toda la pena
capital, está prohibida a los miembros del Consejo de Europa por el Convenio
Europeo de Derechos Humanos. Nunca se practicó de forma rutinaria en los
Estados Unidos pero si de forma extrajudicial en Waco, Texas, el 15 de mayo de
1916. Jesse Washington, un granjero con problemas mentales afro-americano, después
de haber sido condenado por el asesinato de una mujer blanca, fue llevado por
una muchedumbre a la hoguera, castrado, rociado con aceite de carbón, y colgado
por el cuello de una cadena sobre la hoguera. Fue una quema lenta que le
condujo a la muerte. Aún existen imágenes escalofriantes del acontecimiento,
que muestra a una multitud junto al cadáver carbonizado de Washington. El hecho
atrajo la condena internacional, y es recordado como el Terror de Waco.
También se han
dado casos de forma indirecta, por ejemplo en un bombardeo: el de la ciudad
alemana de Dresde por los aviones aliados durante la Segunda Guerra Mundial.
Fueron más de seiscientos aviones los que bombardearon la indefensa ciudad
causando más de 200.000 muertos. Murieron quemados, y los que se lanzaron al
río esperando así salvarse murieron hervidos por el agua calentada a causa de
las bombas incendiarias.
Pero también existen
casos mucho más recientes. A finales de la década de 1990, una serie de
generales del ejército de Corea del Norte fueron ejecutados al ser quemados
vivos. En Irak hubo 400 casos de la quema de mujeres en 2006. El 21 de mayo de
2008 en Kenia una turba quemó a unas 11 personas acusadas de brujería.
Suicidio forzado
El suicido forzado
es un método de ejecución en donde a la víctima se le da a elegir entre cometer
suicidio o enfrentarse a una alternativa peor, normalmente la ejecución pública
o también puede ser la tortura previa a la muerte, o la muerte o algún daño a
familiares o amigos. También puede enfrentarse a la pérdida del Honor y Respeto
de la comunidad o pueblo, la posesión o bienes materiales. El suicido forzado
era una forma habitual de ejecución en las antiguas Grecia y Roma. Como medida
de respeto, se reservaba normalmente para aristócratas sentenciados a muerte:
las víctimas podrían beber algún veneno, como la cicuta o arrojarse sobre su
espada.
También ha habido
suicidios forzados en la antigua China, en donde los generales responsables de
grandes derrotas a veces recibían órdenes de cometer suicidio. En algunos
casos, el haraquiri japonés puede entrar en esta categoría, dado que no cometer
haraquiri cuando era exigido podía convertirse en un gran deshonor para un
samurái y su familia.
Defenestración
La defenestración consistía en arrojar a
alguien por una ventana. Históricamente, el acto de defenestración tenía el
objetivo de dañar o ejecutar a alguien. Adicionalmente,
también significa la destitución o expulsión drásticamente de alguien de su
cargo o puesto.
Muerte por mil cortes
También llamada "Muerte de los cien
pedazos" fue una forma de suplicio
chino utilizado hasta principios del siglo XVIII para ejecutar penas de muerte.
La práctica consistía en descuartizar al reo, que previamente era drogado con
opio y atado a un poste. Los pedazos del cuerpo eran depositados ante el reo,
que era mantenido con vida hasta terminar con una decapitación o la extracción
de un órgano vital.
Ley de fuga
Dicha ejecución consiste en juzgar y sentenciar
a muerte en forma expedita al reo, llevarlo al lugar de su ejecución, liberarlo
de las ataduras y vendas, y darle la oportunidad de huir, si las balas del
pelotón de fusilamiento no lo alcanzan durante la huida es hombre libre. Las
posibilidades de salir con vida son casi nulas. Sumado a esto se le da al
cuerpo abatido un tiro de gracia generalmente en la nuca para asegurar su
deceso. La Ley de Fuga fue un tipo de ejecución muy utilizado en México durante
el Porfiriato y la Revolución mexicana. También en la Segunda Guerra Mundial
por soldados nazis.
Otra ejecución muy parecida a esta es la “Ley
de fugas”, es extrajudicial y consiste en simular la fuga de un detenido,
especialmente cuando es conducido de un punto a otro, para poder así suprimir
la fuerza que lo custodia y encubrir el asesinato del preso tras el precepto
legal que permite abrir fuego sobre el fugitivo que no obedece al
"alto" ineludible de los guardias. Para ello la guardia de custodia
se retrasaba en el camino por detrás del detenido hasta que había la relativa
distancia como para considerar que el preso se estaba fugando. Se disparaba por
la espalda para dar más credibilidad a la fuga. Los presos empezaron a conocer
esta añagaza y desde entonces se les disparaba por la espalda, sin más. Normalmente
la Ley de fugas se asocia en España con la época de la crisis social de la
última fase de la Restauración borbónica y la dictadura de Francisco Franco,
particularmente durante la represión de la guerrilla republicana de los maquis.
Generalmente se utilizaba contra aquellos que mantenían posturas ideológicas
diferentes al nacionalcatolicismo y no podían ser condenados a muerte por la
vía judicial.
Gota china
La llamada «gota china» o tortura de la gota de
agua es un método de tortura psicológica. Consistía en inmovilizar a un
prisionero de guerra tumbado boca arriba, de modo que le cayera sobre la frente
una gota de agua fría cada dos segundos. Después de algunas horas, el goteo
continuo provocaba daño físico en su piel similar a las yemas de los dedos después
de un tiempo en el agua. Pero la verdadera tortura para la víctima era la
locura que le provocaría el no poder dormir, debido a la constante interrupción
de las gotas, ni tampoco poder beber esa agua cuando la sed atacara, con lo
cual a los pocos días sobrevenía la muerte por paro cardíaco, psicosis y alucinaciones.
Aplastamiento por elefante
El aplastamiento por elefante fue un método de
ejecución común para aquellos que eran condenados a muerte en el sur y sudeste
asiático, especialmente en la India, durante casi 4000 años. Los elefantes se
utilizaban en este caso para aplastar, desmembrar o torturar a los cautivos en
ejecuciones públicas. Esta utilización de los elefantes a menudo atrajo el
interés de los viajeros europeos, que se horrorizaban con las escenas, y se
recogió en numerosos diarios contemporáneos y relatos de viajes a Asia. La
práctica fue finalmente suprimida por los imperios europeos que colonizaron la
región en los siglos XVIII y XIX.
Relacionados:
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