Anteriormente ya publiqué algunos casos de leyendas urbanas relacionadas con videojuegos, desde una arcade que lavaba el cerebro, hasta la funesta canción del cementerio Pokémon. En esta ocasión se trata de un extraño juego que supuestamente, apareció en 1989.
Digo supuestamente porque la autenticidad de esta historia no se fundamenta en ningún caso real conocido, si no en meras especulaciones, por lo que es tildada de leyenda urbana pura y dura. En internet este bulo, seguramente nació, ha crecido, y cambiado hasta la historia que a continuación os voy a contar.
Karvina Corporation, una pequeña empresa checa lanzó un juego llamado Killswitch, pero con un número limitado de 10.000 unidades. Este juego hizo furor, sobre todo en el público estadounidense a donde fueron a parar el mayor número de copias. Curiosamente, la popularidad del juego se desvaneció por completo en poco tiempo. ¿Cuál era el motivo de que los chicos se cansaran tan pronto?
Los gráficos eran muy pobres, figuras blancas y grises sobre fondo negro. Aparecía la pantalla de inicio donde, con una melodía MIDI de fondo, tenias que elegir entre jugar con el ingobernable fantasma Ghast, o la multiforme mujer llamada Porto. La decisión era complicada, Ghast era muy poderoso, lanzaba vapor hirviente y fuego para acabar con los enemigos, pero, al tratarse de una forma fantasmal se hace casi imposible de dominar, por eso se acababa eligiendo a Porto, cuya única habilidad era crecer y menguar sin ningún orden. Aun así, la figura humana de la mujer dejaba a los jugadores mayor dominio para desplazarse sobre las pantallas.
Porto despierta en un lugar oscuro, magullada y confundida. Busca la salido a través de la mina de carbón donde antes trabajaba. A lo largo del juego, ella se encuentra con fantasmas parecidos a Ghast que solo se hacen visibles con el vapor, trabajadores muertos y unos malvados inspectores de la corporación Sovatik, quienes curiosamente eran rojos, el único color en todo el juego.
La historia que emerge a través del descubrimiento de Porto de unos archivos de los empleados y códigos complejos inscritos en hachas de metal, revela que un capataz, que estaba bajo la presión de incrementar la producción de carbón, empezó a falsificar reportes de fallas en las herramientas y negligencia por parte de los trabajadores, para provocar una inspección de la organización Sovatik. Los oficiales aparecieron para torturar al personal. Representados por amorfas figuras rojas, clavaban pequeños cuchillos en las extremidades de los obreros cada que la producción se paraba.
Se rumorea que se trataba de una crítica a las técnicas que empleaban los soviéticos durante la época industrial, pues la ciudad de la empresa Karvina fue devastada por la quiebra de la industria del carbón. Este juego seria una especie de protesta silenciosa.
Después de resolver el código de las hachas, Porto encuentra y repara un reproductor de cintas, del cual escucha una voz masculina que le dice que los fuegos de la tierra se han levantado en su defensa, y ahora fluyen en los corazones de los decrépitos trabajadores. Los fuegos de la tierra se refieren a demonios como Ghast, representados como cuerpos gaseosos atrapados en maquinas. Las maquinas como tal son muy grandes, al punto de que los gráficos para mostrarlas, sólo llegan a abarcar la parte baja de la estructura. Las maquinas volvieron locos a los inspectores quienes terminaron huyendo y ahora intentan matar a Porto.
Las máquinas, en su ataque no discriminan y hieren a todo lo que se le pone por delante, incluida a Porto. Lo que sigue es la parte más enigmática e intuitiva del juego. No se sabe por dónde se ha de seguir, se intentan varias cosas para que Porto consiga escapar de la mina y contar su historia al mundo. Los niveles superiores de la mina son muy estrechos y Porto se encuentra en estado gigante y no puede acceder a ellos. Tras intentarlo todo, los jugadores descubren que Porto debe de beber un brebaje que se procesa dentro de las maquinas para controlar su tamaño, contraerse y salir con vida, sin embargo cuando esto sucede, la pantalla del PC se queda en blanco.
Killswitch se borra completamente al terminar la partida. No se pueden hacer copias ni recuperar bajo ningún concepto. Por lo tanto, una vez terminado el juego con Porto, intentar pasártelo con Ghast es imposible.
Los jugadores intentaron incansablemente saltarse la restricción del juego, pero al ser imposible optaron por comprar más copias. Pero las limitadas copias que la empresa Karvina había hecho del juego dejaron a muchos con las ganas de volver a jugar. En un comunicado de prensa, la empresa del videojuego afirmó que Killswitch era como la muerte, que no daba segundas oportunidades.
Los últimos rumores que se oyen sobre esta leyenda dice que la ultima copia del juego fue vendida en ebay en el año 2005 por más de 500.000€ a Yamamoto Ryuichi de Tokio. Yamamoto prometió subir videos de su progreso en el juego, pero en lugar de eso solo subió el video de la pantalla de inicio donde elige personaje. Se le ve a él sentado de espaldas frente a la pantalla y se oyen sollozos, al parecer estaba llorando.
Por supuesto este video no está en la red, tampoco ninguno que muestre el videojuego original, los que existen tan solo son simulaciones que han realizado fanáticos del juego y que nos hacen tener una idea de cómo era, si de verdad existió.
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Me parece muy interesante toda la historia de este juego, me encantaría saber que hay detrás de la empresa Karvina y sobre Yamamoto, ¿Qué tendrá para decirnos?
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