"En la escala de lo cósmico sólo lo fantástico tiene posibilidades de ser verdadero." Theilhard De Chardin

24 de mayo de 2012

El desastre del camping de Las Nieves




El 7 de agosto de 1996 ocurrió una tragedia en la que murieron 87 personas y 183 resultaron heridas como consecuencia de una riada sufrida por el camping de Las Nieves, a un kilómetro de Biescas, Huesca. El camping estaba situado inapropiadamente  sobre el cono de deyección del Torrente de Arás, justamente antes de la desembocadura en el cauce del río Gállego.
 
¿Qué es un cono de deyección?
Un cono de deyección o abanico aluvial, es una forma de relieve fluvial que se caracteriza por tener una silueta cónica y una suave pendiente. Este depósito de aluviones se generan al final de los valles torrenciales, en las zonas de pie de monte, donde la pendiente de las laderas enlaza con una zona llana. 

 

Se genera por la pérdida de energía de los ríos con una importante carga de sedimentos que son depositados al disminuir la pendiente a lo largo del cono. Su forma hace que ejerzan de barrera natural en los ríos obligando a estos a desviar su curso y adaptarse al relieve. 

Cono de deyección en Lago Louise (Canadá)
No era lugar para un camping
El camping se ubicaba en el cono de deyección de un torrente de grandes dimensiones que en el pasado había mostrado una potentísima dinámica torrencial, como muestran las dimensiones de su cono de deyección y las estructuras geológicas originadas por la erosión  existentes en la cuenca. Este hecho debería haber sido motivo suficiente para que no hubiera sido ubicado allí un camping.

El Ingeniero de Montes Emilio Pérez de Bujarrabal, del Gobierno de Aragón, había emitido un informe negativo a la instalación del cámping, y posteriormente se comprobó que la tragedia se hubiese evitado si el camping se hubiese ubicado a 150 metros de su localización. Además, el científico e Ingeniero de Montes de Honor Pedro Montserrat Recoder, investigador del Instituto Pirenaico de Ecología-CSIC alertó en 1988 de la peligrosidad de ubicar una instalación en un cono de deyección donde se producen perturbaciones periódicas.

Pedro Monserrat Recoder

En 1957 ya se produjo una riada donde murió una persona y por la que se construyeron presas para la retención de los sedimentos, por desgracia, esos sedimentos fueron acumulándose durante 40 años.

Suponiendo erróneamente que el pequeño encauzamiento escalonado garantizaba la seguridad, se autorizó la construcción del camping en el cono de deyección del torrente. Sin embargo, ese fatídico día se produjo una gran tormenta en la cabecera del barranco, con precipitaciones que los técnicos sitúan en casi 100 mm en sólo 10 minutos. El gran caudal de la riada excavó un nuevo cauce de tremendas dimensiones.


Empieza la tormenta
La tarde del 7 de agosto de 1996 el mal tiempo presagia una tormenta como las habituales que allí se daban, pero aquello no iba a ser una tormenta normal. Comienza a llover y los campistas se refugian en sus caravanas y tiendas de campaña. En cuestión de un cuarto de hora la lluvia se hace muy intensa, hasta 160 litros por metro cuadrado. La gente desconocía lo que estaba ocurriendo, la primera presa del cono reventó liberando todos los materiales retenidos y dando lugar a un efecto dominó sobre las presas que fueron reventando una a una acumulando todos los sedimentos que fueron a parar al camping. A los campistas a penas les dio tiempo a reaccionar, la riada se les vino encima, algunos se agarraron a los árboles, otros decidieron meterse en sus caravanas. 

Las proporciones de la riada en el cono de deyección fueron dramáticas. Un importante volumen de agua que bajó por el barranco cargado de troncos y rocas, para arrasar el camping sin respetar el pequeño canal que se le había preparado al agua. La riada se calcula en unos 500 metros cúbicos por segundo de agua cargada con 13.000 toneladas de roca y madera.

87 personas fallecieron sepultadas entre los escombros del camping y golpeadas duramente por las rocas que caían, otras 183 resultaron heridas. La riada tan sólo duro 5 minutos, después llego el silencio. Los supervivientes todavía tenían que entender lo que había pasado, después del estado de shock comenzarían a buscar a sus familiares y amigos. 


Pronto llegarían los voluntarios y el equipo de rescate, entre todos realizaron una intensa labor de búsqueda e identificación de los cadáveres. La mayoría estaban enterrados, únicamente les asomaba un miembro, otros estaban sepultados a varios metros bajo el lodo. La tragedia se iba haciendo más grande a medida que se iban identificando los muertos, familias enteras destrozadas, a las que la riada los había separado y dado un futuro distinto a unos de otros. La tarea de rescate duró semanas y tanto los familiares como los voluntarios que ayudaron tuvieron que recibir apoyo psicológico.

A finales del 2005 la sala de lo contencioso-administrativo de la Audiencia Nacional responsabilizó al Estado y a la Diputación General de Aragón como responsables de la tragedia, condenados a indemnizar con 11.265.987 euros a las víctimas del Camping de Las Nieves.

Hoy en día el lugar dónde se produjo la tragedia se encuentra totalmente abandonado, sólo quedan algunos edificios en pie como testigos mudos de lo que allí un dia aconteció.
Algunas personas aún se acercan para depositar flores en memoria de los que allí perecieron.

Pero no se aprendió la lección
El camping ha cambiado su nombre y su ubicación. Actualmente se sitúa en el cono de deyección del cercano Torrente del Arratiecho. La cuenca vertiente de este torrente es considerablemente menor a la del de Arás, pero las pendientes de sus cauces y laderas son mucho más pronunciadas.

Fuente: wikipedia.org
Fotos: Javier Leiva

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