"En la escala de lo cósmico sólo lo fantástico tiene posibilidades de ser verdadero." Theilhard De Chardin

21 de mayo de 2013

El incendio del Teatro Novedades



El Teatro Novedades fue un famoso teatro madrileño construido en 1849. El teatro fue pasto de las llamas y destruido el 23 de septiembre de 1928. En el trágico suceso fallecieron 80 personas y más de 200 resultaron heridas.

El Teatro Novedades en 1928 era uno de los más antiguos de Madrid. A mediados del s. XIX, en el solar que más tarde ocupó el teatro, había un cuartel de caballería que ya estaba casi en ruinas. Eliminadas las ruinas del viejo cuartel, se construía allí el Teatro Novedades, inaugurado el 13 de septiembre de 1857.


En la época se comentaba que era uno de los teatros más lujosos de Madrid. Su patio de butacas era uno de los más grandes de la capital. El anfiteatro estaba en la planta de la entrada general, que se prolongaba a ambos lados por un pasillo elevado que cubría los palcos y en el que había algunas filas de asientos perpendiculares a la pared del escenario. La sala tenía tres entradas, el vestíbulo, que era una especie de túnel, se comunicaba con un segundo vestíbulo donde estaba el bar. Había otro vestíbulo lateral separado por una verja del que partía una estrecha escalera, que comunicaba con un pasillo circular. Las entradas a la sala desde este pasillo eran tres, dos de ellas laterales. Tenía otra entrada de accesos al escenario, fosos de la orquesta y camerinos.


En él se representaron todos los géneros, lírico, dramático y, sobre todo, la zarzuela. Con el tiempo, el coliseo fue perdiendo el lujo de la decoración inicial, el terciopelo de sus butacas, los dorados y colgaduras, a pesar de que la prensa de su tiempo pedía su renovación, especialmente después de un par de conatos de incendio, anteriores al que significó su desaparición. Incluso en 1906 cerró durante 11 días por orden del Ayuntamiento para que renovara la instalación eléctrica.

Llegando a las 21:00 del fatal domingo 23 de septiembre de 1928, en el Teatro Novedades transcurre la representación del sainete ´La mejor del puerto’. La obra está a punto de acabar y el jefe de los tramoyistas se dio cuenta de que la decoración estaba ardiendo y mandó arrojar al suelo la decoración incendiada para evitar su propagación, pero tardaron demasiado y las llamas ya habían saltado al techo del escenario. El decorado comenzó a arder y también el telón, momento en el que los espectadores advirtieron el fuego. Una llamarada salió hacia el patio de butacas cundiendo el pánico entre los asistentes a la obra, que salieron en estampida hacia la salida. La corriente de aire y el tiro que se creó al abrir puertas y ventanas detrás del escenario y en la sala, avivó el fuego.

El director de la orquesta pidió a los músicos que tocasen para tratar de calmar al público, pero el telón cayó en llamas sobre los miembros de la orquesta que tuvieron que ponerse en salvo inmediatamente. Algunos se descolgaron desde los palcos y el anfiteatro al patio de butacas, deslizándose por las columnas hasta caer sobre los grupos de la gente que huía o sobre las butacas resultando gravemente heridos. La rápida propagación de las llamas podría haber sido frenada si se hubiese bajado el telón metálico del que disponía el escenario, pero el mecanismo para accionarlo se hallaba en la parte delantera del escenario y el incendio empezó en la parte posterior, los operarios no pudieron pasar para bajarlo.

El fuego se propagó por la estancia convirtiendo las butacas en parte de la hoguera, también las vigas, el suelo de madera, el techo y toda la sala, el techo del teatro comenzó a venirse abajo. Los rezagados en la huida caían al suelo a consecuencia del monóxido de carbono.


Los que se encontraban en los asientos más elevados, fueron los primeros en fijarse en las señales del fuego y trataron de huir los primeros provocando un tapón en las salidas que impidieron el paso a los espectadores de las butacas. Los primeros que pudieron salir por la puerta trasera fueron los actores, salvándose todos.

Después del incendio se declaró que la construcción del Teatro Novedades era la responsable de que se hubiera propagado el fuego tan rápido y de que se derrumbara con tanta facilidad. El local se hizo a tramos, adquiriéndose trozos de las fincas colindantes. Algunos de los muros del inmueble tenían más de un siglo, cuando las estructuras se hacían de madera. El escenario también era completamente de madera, además una madera vieja y seca. Así se explica que en menos de una hora el teatro fuese devorado por las llamas. Además, las estrechas escaleras de acceso a los pisos superiores eran auténticas trampas mortales.

Cuando las autoridades procedieron a entrar en las ruinas del destruido teatro, vieron una escena espeluznante, la escalera estaba literalmente taponada por un cúmulo de cadáveres, unos encima de otros. Algunos cadáveres estaban agarrando el pelo de los que tenían delante, otros aparecían fuertemente cogidos a las barandas de la escalera. Se sabe que el pánico fue la causa de tantas muertes, porque la escalera donde aparecieron muchos de los cadáveres estaba intacta y el fuego no la había casi afectado.

Según un testigo, el origen de la multitud de cadáveres en la letal escalera fue una persona coja que llevaba una muleta y que al intentar escapar, cayó al suelo. La muleta se quedó atravesada en la escalera y los que iban detrás tropezaron, cayendo unos sobre otros formando fatídico tapón que sesgo la vida de los que quedaron allí atrapados.


Existen historias horribles y curiosas como la de un espectador que fue al baño, desconociendo lo que sucedía, en el mismo momento que se inició el incendio. Cuando quiso salir se lo impidió la muchedumbre de gente que se apretujó delante del servicio atrancando la puerta. Se quedó dentro por obligación y cuando pudo salir, lo hizo por encima de un montón de cadáveres. Un tramoyista que ya había conseguido ponerse a salvo en la calle recordó que se había dejado la chaqueta con 30 duros en el bolsillo, por lo que volvió al teatro por detrás, está vez no logró salir y murió carbonizado.

Más horrible es la historia de un hombre que tuvo que ver como morían su esposa, su hermana, su cuñado y cuatro hijos víctimas de las llamas, sin poder resistir la desesperación sacó un revólver y se pegó un tiro en la cabeza. Otra mujer consiguió escapar con sus dos hijos por el tejado de una casa contigua, pero desgraciadamente, se hundió el techo y quedaron enterrados en los cascotes. Se conocen dos casos de personas que perdieron la cordura por la impresión de la catástrofe.

Muchas vidas se salvaron gracias al acomodador del teatro, que estaba en una de las puertas de salida y ayudó con mucha serenidad a que salieran correctamente los espectadores.

Fallecieron en el incendio 67 personas, más tarde el número de víctimas mortales llegaría a 80. Todavía hubiese podido ser mayor el número de víctimas, si el patio de butacas hubiese estado completo, pero sólo había 10 filas completas, lo que impidió que la catástrofe fuese aún mayor.

Fuente: www.gorgas.gob.pa

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