"Si yo tuviera la oportunidad de hacerle a Dios una sola pregunta
sería, ¿Qué pasó realmente con mis amigos esa noche?" Estas son las
palabras del único superviviente de la fatal expedición que acabó con la vida de
nueve excursionistas en los Montes Urales.
El accidente ocurrió la noche del
1 al 2 de febrero de 1959, cerca de la montaña Otorten, llamada en el idioma
mansi (pueblo indígena de la zona):”No vayas nunca allí”.
Con motivo de la realización de
un viaje para la práctica del esquí, un grupo de ocho hombres y dos mujeres,
emprendió el camino hacia Otorten. La montaña estaba 10 kilómetros al norte del
lugar donde les sorprendió la muerte. La ruta era de categoría III, la más difícil,
pero todos los miembros tenían experiencia en viajes de esquí y expediciones de
montaña.